CHOCOLATE llegó esta mañana muy contento al Aula de Naturaleza. Laura, su dueña, lo traía en su transportín, todo muy elegante para conocer a una amiga de su especie: Rabita.
Realmente, Chocolate estaba un poco aturdido por tantas miradas de compañeros y compañeras de Laura. Todos querían acariciarlo y cogerlo; pero donde más agusto se encontraba era en los brazos de su dueña, quien sabía mejor que nadie cómo cogerlo sin hacerle ningún daño.
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