Nuestros campos poseen algunos de los árboles más bonitos del mundo. Árboles bajo los que dan ganas de tumbarse para meditar sobre el paso
del tiempo, en los que firmar importantes documentos, en los que
afianzar alianzas. Era necesario que defendiésemos un
poco el patrimonio natural español. He aquí algunos de los patriarcas
de los bosques más emblemáticos de nuestra geografía:
1) El abuelo de Viveiro (Lugo)
Es viejo, y por eso le ha asaltado el encogimiento propio de la edad. El Avó de Chavín, de Souto de Retorta,
estaba considerado hasta hace unos años como el eucalipto más alto de
toda España, pero desde 2010 se sabe que los hongos que tiene a sus pies
le han hecho perder altura. Pero poco tiene que envidiar a los más
dotados: este eucalipto tiene 67 metros de altura.
2) Castaño Santo de Istan (Málaga)
En el Hoyo del Bote, en la Sierra Real de Istán,
está el que probablemente sea el árbol más antiguo de toda la provincia
de Málaga. Este enorme y antiquísimo ejemplar de castaño pudo haber
presenciado la rebelión de los moriscos que tuvo lugar 1568. Antes de
eso, en 1501, es de donde pudo sacar su nombre actual, ya que se dice
que bajo sus ramas dio ahí el rey Fernando el Católico una misa. Sea
como fuere, el Castaño Santo se encuentra bello paraje que, según los que lo han conocido, merece mucho la pena visitar.
3) Drago milenario (Tenerife)
Tenerife también saca pecho
con su Drago Milenario, considerado por los antiguos habitantes de las
Canarias como un árbol divino. Según las antiguas leyendas, los dragones, al morir, se convertían en dragos,
y muy maravilloso debía ser el ejemplar que falleció en el actual
municipio español de Icod de los Vinos 1000 años atrás. La fama de esta
especie, la Dracoena Draco deriva además de su
longevidad y de su resina: un jugo que al condensarse adquiere el color
de la sangre y al que se le atribuyen propiedades curativas.
4) Pino de El Galapán (Jaén)
Se dice que el nombre del Galapán se lo pusieron “por ser tan espigado y buen mozo”
y pinta tiene, no hay más que ver su envidiable porte para saber que es
un partidazo que podrías presentar a tus padres sin pasar vergüenza.
Además, es joven. Su edad, de unos 400 años, no es la de los milenarios
que puede haber alrededor de esta zona del Parque Natural de la Sierra de Segura,
en Jaén. Sí, este pino laricio es un tesoro para los vecinos del
municipio de Santiago-Pontones, con más cariño aun si, como se sospecha,
es una anomalía histórica: por la época de la que procede, la tala era
el pilar económico de la zona y la actividad forestal era especialmente
intensa en esa zona.
5) Farga de Arion (Tarragona)
¿Son muchos 1700 años para un árbol? Sí, tanto a nivel nacional como internacional, este olivo monumental de Ulldecona
es el ejemplar fechado más antiguo de la Península, y está asimismo
entre los más viejos de todo el mundo. Si quieres tumbarte a la sombra
de un pedazo de materia viva que ha contemplado algo así como un tercio
de la historia de la humanidad, tendrás que ir a este municipio de
Tarragona.
6) La carrasca de Lecina (Aragón)
La carrasca (palabra aragonesa para denominar a la encina) es uno de los
símbolos naturales mejor conservados de Lecina, emblemático paraje en
el corazón de la Sierra de Guara de Aragón. A la carrasca ella están ligadas muchas leyendas de lobos, brujas y otras tradiciones de esa zona, y a la vida de este árbol milenario se vinculan pactos secretos, bodas secretas y fotos de familia. Sigue dando buenas bellotas, con lo que se espera que continúe su buena salud por mucho, mucho tiempo.
7) Tejo de Bermiego (Asturias)
Declarado Monumento Natural en 1995, El tejo de Bermiego, en Quirós es uno de los puntos más insignes para el municipio. Los tejos eran árboles sagrados para los celtas, por lo que podemos pensar que bajo la sombra del Teixo l'iglesia
oraron varias generaciones de lugareños. No está del todo sano, ha
tenido algunos incidentes, pero para tener mil años se conserva
estupendamente.
8) Metasequoia de Lourizán (Pontevedra)
La Metasequoia glyptostroboides del Pazo de Lourizán es más majestuosa en directo de lo que podría parecer en esta foto.
Esta cónica silueta también es muy excepcional en el panorama forestal
ibérico: se trata de un árbol de desarrollo rápido originario de la
región china de Sichuan-Hubei. Eso sí: es el más tierno
ejemplar de todos los que verás en esta lista: sus 34 metros de altura
los ha ganado en sus apenas 70 años de vida. Es joven, pero tiene mucho
valor: esta metasequoia pontevedresa produce desde hace tiempo sus
propias semillas, contribuyendo a la supervivencia de una especie que
hasta hace setenta años se creía extinta.
9) Pino-Roble de Canicosa de la Sierra (Burgos)
Este vale por dos. No en todos los parajes encuentras siameses arbóreos,
hasta el punto de que este insólito modelo de convivencia entre un roble de 250 años y un pino de 130 es único en el mundo. Su fusión se debió a la oquedad del roble, en la que pudo germinar el pino. Muy orgullosos están los de Canicosa de este milagro natural que conservan en El Piquillo. Si crees que esta foto no es lo suficientemente espectacular, pincha aquí.
10) El Arce de la Silla de Felipe II
Había que meter un árbol de copa bien frondosa y aquí está. También conocida como el Arce de Montpellier, vive en una de las parcelas turísticas del bello paraje de San Lorenzo de El Escorial,
junto a la famosa silla del monarca Felipe II. Dicen que hay que
visitarlo tanto en verano como en otoño, porque en la época otoñal sus
extrañas hojas toman un encendido color rojizo.
11) Castaños del Arroyo del Temblar (Cáceres)
El de esta foto es el Castaño Bronco, un árbol que
exuda personalidad por los cuatro costados. Y no está sólo. A él le
acompañan otros tantos castaños en esta finca privada de la zona del Valle del Ambroz, por donde la población de Segura de Toro en Cáceres. Bronco, con su tronco en espiral, es el más carismático de los cinco, pero esta panda bien podría merecerse una serie propia, por ejemplo, El Retorcío,
con su tronco formado por gruesos paquetes de fibras que van girando,
es inconfundible. Tienen todos ellos algo más de medio siglo y se dice
que dan las castañas más dulces de la región… y por eso su acceso está vetado desde los últimos años en época de recogida de frutos.
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