Grandes y pequeños se han involucrado en el cuidado de los semilleros.
Animarles a sembrar y a cuidar sus plantas, es acercarles a valorar lo que comen.
Descubren y desarrollan valores de respeto, responsabilidad, esfuerzo y estima hacia las plantas.
Al principio nesesitan la asistencia de un adulto, con el tiempo serán capaces de plantar y cultivar su huerto o jardín.
Este tipo de actividades les ayuda a ser pacientes a la vez que les
permite tocar los elementos con los que trabajan: la tierra, las
semillas, etc.
Todos se divierten a la vez que aprenden los nombres de las
diferentes especies, tipos y ciclos de la siembra y más tarde con la recolecta. Esto genera amor por la
naturaleza .
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